Megaesófago en gatos, el gran desconocido

Megaesófago en gatos, el gran desconocido

" El megaesófago es una enfermedad en la cual el esófago se ha ensanchado y no puede propulsar adecuadamente el alimento desde la boca hasta el estómago. El megaesófago aparece con más frecuencia en perros que en gatos. La neumonía, que generalmente va asociada al problema, es una complicación ocasionada por la inhalación de parte de la comida al producirse un fallo en la deglución. "

El megaesófago es una patología que se produce por debilidad esofágica dando lugar a una dilatación de este órgano. Las causas pueden ser variadas, pero es importante distinguir dos tipos. 

Por una parte, si es de origen congénito, es decir de nacimiento que, aunque la causa aún es incierta, se sospecha que pueda ser por un defecto en la inervación del esófago.

Por otra parte, puede ser adquirido, cuando es por una causa externa. Dentro de estas etiologías pueden destacarse las neuropatías, intoxicaciones o enfermedades endocrinas, entre otras.

En este artículo os contamos el caso de un gatito de un año, que acudió a consulta con un cuadro de bronconeumonía avanzada, disfagia (dificultad para tragar), fiebre y adelgazamiento.

Nuestro equipo WeCan consiguió estabilizarle con oxigenoterapia y los tratamientos indicados en estos casos, de la forma más rápida y eficaz posible. 

En las radiografías sin contraste, se intuyó que podía presentar una patología de este tipo, pero no era suficientemente clara la imagen como para tener un diagnóstico definitivo. 

Una vez que nuestro paciente consiguió respirar más adecuadamente, se le procedió a realizar unas radiografías de contraste por la sospecha de que pudiera tener megaesófago.

Efectivamente, el diagnóstico definitivo fue éste y pudimos realizar un plan diagnóstico y terapéutico adecuado.

En las radiografías se observó que el esófago, que es la “tubería” que conecta la boca con el estómago, estaba dilatado, y esto provocaba que parte de la comida que ingería se quedaba estancada y podía regurgitarse y pasar a vías respiratorias provocando así una neumonía por aspiración.

En caso de notar que su perro o gato tenga dificultad para tragar, nauseas/vómitos o pierda peso, no dude en contactar con su clínica veterinaria para poder dar con el diagnóstico definitivo y ponerle el mejor tratamiento.




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