Es frecuente que acudan a nuestras consultas veterinarias casos de perros que están paseando y de repente se ponen a estornudar o a toser en función de dónde esté el cuerpo extraño vegetal (espiga); estornudos/toses repentinos, frecuentes y que no cesan.

En el caso de nuestro paciente de hoy, un bretón de 3 años, este suceso fue un poco más allá, ya que no sólo entró por la nariz, sino que migró hacia los bronquios.

La forma de la espiga, como una silueta de flecha junto con sus filamentos, hacen que ésta entre muy aerodinámicamente y su salida sea prácticamente imposible de forma natural.

Por ello, es importante, actuar con la máxima rapidez para evitar que las espigas migren hacia zonas corporales de las cuales ya no sean sencillas de extraer.

espigas tras su extracción

En nuestros centros, las espigas localizadas tanto en nariz como en vías respiratorias se extraen mediante rinoscopia o endoscopia, respectivamente. Técnicas mínimamente invasivas que permiten una extracción precisa del cuerpo extraño., en estos casos las espigas, y sin producir daño en la mucosa respiratoria.

El procedimiento se lleva a cabo bajo anestesia general y es ambulatorio, es decir, una vez que se le extrae la espiga, a las pocas horas el animal se va a casa caminando.

En el caso de nuestro paciente, se le extrajeron dos espigas de la zona bronquial y una de vías respiratorias altas, en concreto de la amígdala derecha.

Una vez que se le solucionó el problema, ha vuelto a correr y a disfrutar de la vida como antes.

En caso de que su mascota presente alguno de los síntomas descritos en este artículo, no dude en contactar con su centro veterinario para llegar al diagnóstico definitivo y poner en marcha el mejor plan terapéutico lo antes posible. 

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